
Ni más ni menos que The Economist ha vuelto a criticar la errática, populista y equivocada visión del gasto público de nuestro insigne iluminado. Primero fue gasto, gasto y más gasto, ahora es impuestos y más impuestos.
Como la cigarra, que mientras duraba el verano se dedicaba a tocar y bailar, ahora nos pide sopitas a las hormiguitas que ahorrábamos previsoramente mientras mirábamos con preocupación la alegría con la que tal personaje dilapidaba nuestro dinero.
Y ahora viene la vuelta. No hay dinero. Lo ha gastado, lo ha derrochado lo ha ¿malversado? y nos dice que nos va a subir los impuestos. 16000 millones de euros, que se dice pronto. Subidas de IVA, de rentas de capital y de IRPF, vamos, cosas de ricos. Por arte de ZP todos nos convertimos en ricos a la hora de pasar por este nuevo aro. Cada familia 1000 euros ADICIONALES. Cada español 400 euros ADICIONALES. Este sinvergüenza nos va a freir a impuestos. Cualquier dirigente en sus cabales adelgazaría el gasto público. Este imbécil no se atreverá, es más fácil pegar el hachazo en los bolsillos de los sufridos españoles que congelar el sueldo de los funcionarios o eliminar ministerios prescindibles.
Y encima nos viene con el tema de la solidaridad!!!
Es normal que mimen tanto a los desempleados, ellos los han creado.
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